Antonio Berral Cardeñosa nace el 7 de junio de 1934, en Puente Genil (Córdoba). Realiza sus primeros estudios en la escuela rural de La Ribera Baja, margen izquierda del Genil, alternado la escuela con las tareas de pastor y labores propias del campo. A los catorce años estudia electricidad, alternado dicho oficio con estudios secundarios. En 1954 se traslada a Barcelona, donde trabaja en su profesión. En 1961 toma contacto con el teatro de aficionados, colaborando en varias representaciones con el Cuadro Escénico del Casal de La Floresta Pearson (Barcelona) Trabaja y estudia los papeles, ensayando por las noches hasta altas horas. En marzo de 1961 debuta en la escena, interpretando a Gerard Croft en “LLAMA UN INSPECTOR”, de J.B. Prietsley. Siguen sus actuaciones en “LA RATONERA”, de Ágata Christie; “LA HERIDA LUMINOSA” de j. M. de Segarra y “SANSÓN Y LA LILA”.
Completa su formación con lectura de toda índole, logrando reunir una biblioteca notable y variada. El dibujo y la fotografía son otras aficiones, a las que dedica tiempo y atención.
En 1975, impelido por impulsos interiores, sin apenas preparación, se enfrasca en la composición de sus primeros poemas. Entre 1978 y 1991 participa en la “Fiesta de la Poesía de Rubí” (Barcelona), colaborando en dichos certámenes durante una década. En 1982 le fue concedida la placa que otorga la Asociación de Poetas de Rubí a los que participan en dicha Fiesta durante un lustro.
En Rubí (1983) entra en contacto con A.L.A.N. Asociación Literaria Autores de Nuevos, que por entonces apadrinaba los certámenes; participando, ininterrumpidamente, con trabajos en Cuadernos y Antologías de dicha asociación. En 1963 realiza su primer viaje a Sudamérica pasando por Buenos Aires para conocer personalmente al eminente historiador, periodista y poeta exquisito Carlos Marcelo Constanzó, desplazándose después hasta, expresamente hasta Catamarca para conocer la cuesta de Zapata, sugestivo paisaje catamarqueño que había conocido a través de un sello de correos. Luego, con ocasión de la publicación de su segundo poemario en Santiago visitó Chile, donde su obra fue acogida con tanta admiración y afecto que UNIÓN DE ESCRITORES AMERICANOS y el Instituto Rubén Darío le otorgaron la medalla “al Mérito Intelectual”, con Diploma.
